Los juegos tradicionales hondureños se resisten a desaparecer tras haber marcado la infancia de la mayoría de adultos que en más de una ocasión jugaron a la llanta con palos, al ron-ron con chapa o al teléfono con vasos.
En los pueblos del interior del país todavía es común observar niños jugando al trompo o mables, y niñas que se divierten saltando el lazo y jugando la rayuela.
Sin embargo, este tipo de diversiones es cada vez menor en las principales ciudades en donde los niños ahora se divierten con modernos juguetes, en su mayoría dotados con una alta dosis tecnológica.
Sin embargo estos no dejan de ser un valioso recurso para implementar en los centros educativos para hacer del proceso de enseñanza-aprendizaje mas interactivo, motivador e integrador. Por otra parte se fortalece nuestra cultura e inculca respeto y aprecio por nuestras costumbres.
Interesante el vídeo y la información, pero sobre todo el hecho que se sigan practicando estos juegos en diversas regiones del país con el fin de dar a conocer a las nuevas generaciones, las tradiciones que forman parte de nuestra cultura, que si bien, debido a la globalización y a las exigencias actuales del manejo de la tecnología, nuestros niños y jóvenes se han , apropiado de juegos modernos definitivamente, nuestros pueblos no deben perder su identidad, por lo tanto es necesario que por medio de las comunidades, programas, la escuela, la familia, y canales como estos blogs, se siga fortaleciendo nuestra cultura
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